La importancia de la originalidad: nuevos géneros

En manos de un autor novel un buen libro puede llegar a estrellarse contra los ojos de un editor que esté a la espera de originalidad. Es decir: a veces lo literariamente bueno no vende tan bien como lo novedoso. Desde luego, lo sé por experiencia personal.

Lo cierto es que alcanzar originalidad no queda supeditado a enlistarse en las filas de la vanguardia ni a apuntar desde las trincheras de lo kitsch. Existen claros ejemplos de originalidad fundamentada en la fusión de géneros.

Apenas abrí el baúl e hice a un lado un par de libros, ahí estaba la encarnación del ejemplo que estaba buscando: Harry Potter.

El implacable atino de J.K.Rowling fue fusionar los dos géneros infantiles por excelencia (al menos, en novela): detestivesco infantil y fantástico/mágico.

Sería pretensioso ahondar en las claves más profundas del rotundo éxito de esta saga; resulta algo más simple explicar por qué, tal vez, un editor pudo interesarse en la propuesta: niños investigadores que, además, pueden hacer magia. Así de simple. Tenemos un árbol del que podrán ramificarse situaciones, historias paralelas, suspenso, acción, todo a gusto de su todopoderosa creadora.

Quiero pensar en un ejemplo que no haya visto para poder compartirlo con ustedes. Una fusión, algo original e inesperado, quizás ridículo al principio, pero lo mismo habrán pensado de Harry Potter. Buena o mala, me viene una idea a la mente. Apenas con objeto de abrir la mente de quien, posiblemente, no pueda ver más allá de los géneros existentes.

¿Qué tal si al tan meloso género "rosa" le inyectáramos algo de ciencia ficción o de fantasía?

Podríamos tener un trío de protagonistas, el archiutilizado "triángulo" (que siempre vende y rara vez deje de hacerlo), con el agregado de que, los dos personajes en disputa, tuvieran la posibilidad de realizar, cada uno, una cantidad determinada de viajes en el tiempo: una o tres veces. Debe ser un número sólido.

En cuanto al viaje en el tiempo, bien se puede recurrir a la magia (no hace falta explicarlo, no es necesario que resulte verosímil) o bien acudir a la ciencia ficción (el viaje se explica de alguna forma, haciéndolo verosímil: maquina del tiempo, portal, etc.).

De esta forma, tendremos una historia de amor con un agregado fuera de género, que dará la posibilidad de que, mediante la gran metáfora, los contrincantes en la disputa del personaje deseado, sepan usar mejor el tiempo del que disponen para hacerse con el final feliz. El tema sería "la importancia de saber aprovechar el tiempo con el que contamos en la vida".

En caso de las fusiones, para que funcionen como tales, deberá mantenerse la estructura del género base. Si acaso nos proponemos convertir, como especifico en el ejemplo, una novela rosa, resultará imperioso mantener la estructura del género: la prosa, el estilo, la terminología, la psicología de los personajes, los pilares de la trama y demás.

S.R.B.C.