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domingo, 16 de junio de 2013

Para escritores: cuadro de legibilidad alta y de legibilidad baja

LA LEGIBILIDAD

"El objetivo de las investigaciones sobre legibilidad es aprender a predecir y a controlar la dificultad del lenguaje escrito".


GEORGES HENRY

El concepto de legibilidad designa el grado de facilidad con que se puede leer, comprender y memorizar un texto escrito. 

[...] Hay que distinguir la legibilidad tipográfica, que estudia la percepción visual del texto (dimensión de la letra, contraste de fondo y forma), de la legibilidad lingüística, que trata de aspectos estrictamente verbales, como la selección léxica o la longitud de la frase. 



Según esto, un escrito de oraciones breves, palabras corrientes, tema concreto, etc., no presenta tantas dificultades como otro de frases largas y complicadas, incisos, poca redundancia, terminología poco frecuente y contenido abstracto. De toda la lista anterior, los tres primeros puntos son los más relevantes. 

(De Cocina de la escritura, Daniel Cassany. 1995. Anagrama)

miércoles, 12 de junio de 2013

¿Por qué escribes? 11 posibles razones... y la tuya

A la pregunta "¿Por qué escribimos?" la poetisa norteamericana Natalie Goldberg (1990) responde: "Es una buena pregunta. Es buena hacérsela de vez en cuando. Ninguna de las posibles respuestas podrá hacernos dejar de escribir y, con el paso del tiempo, nos daremos cuenta de que nos las hemos planteado todas:

Natalie Goldberg.

1) Porque soy una cretina.
2) Porque quiero darle una buena impresión a los chicos.
3) Para darle gusto a mi madre.
4) Para molestar a mi padre.
5) Porque cuando hablo nadie me escucha.
6) Para hacer la revolución.
7) Para escribir la novela más grande de todos los tiempos y convertirme en millonaria.
8) Porque soy una neurótica.
9) Porque soy la reencarnación de Shakespeare.
10) Porque tengo algo que decir.
11) Porque no tengo nada que decir."

(La cocina de la escritura, Daniel Cassany. 1995. Anagrama). 

En lo personal, no logré alinearme con ninguna de estas respuestas. ¿Por qué escribo? Por el inmenso valor existencial de rebalsar ciénagas u océanos y bucear en ellos, 1 metro u 11 kilómetros bajo la realidad. 

¿Por qué escribes? 

S.R.B.C. 

jueves, 6 de junio de 2013

Economía descriptiva: escape del barroquismo entorpecedor

Uno de los errores más comunes entre los escritores noveles (e, incluso, entre muchos de los avanzados) es el de la errada idea de que el preciosismo literario es el camino hacia la buena literatura: las metáforas, las comparaciones, el abuso del hipérbaton, etc., es cierto, generan en el autor una visión "linda" de lo que está escribiendo. 

No obstante, el escritor debe recordar que no está escribiendo para sí mismo (al menos, en general) sino para un lector. Para comparar, aunque sea paradójico —la comparación sirve para ejemplificar y explicar—, pensemos en alta tecnología, en una "súper computadora", una computadora capaz de llevar a cabo cualquier operación, de ejecutar todos los programas existentes y todas las aplicaciones que se nos ocurran, pero... Pero resulta que esta computadora necesita, para acceder a cada una de sus aplicaciones, llevar a cabo diferentes combinaciones de "clicks". Para abrir Word necesitaría: 2 clicks derechos + 2 clicks izquierdos + mantener click derecho tres segundos + doble click izquierdo en un lapso de 5 segundos. Y así con cada aplicación. Podríamos suponer, con toda razón, que el usuario rápidamente dejaría de lado esta "súper computadora", simplemente por la dificultad para acceder a sus virtudes. 

Entonces, estimados amigos, ¿por qué habríamos de utilizar otro criterio cuando hablamos del hecho de una "súper historia"? Y aunque la historia no resultara súper, en todo caso un estilo complicado, un acceso dificultoso a las ideas, a la historia (un estilo barroco), alejarán al lector de nuestro libro.

Como ejemplo utilizaré un párrafo de mi primera novela. El primer texto es el original. El segundo, es el resultado de cómo escribiría lo mismo luego de haber pasado por una serie de experiencias de trabajo, de estudio e interpersonales. 

Texto 1: 
   El oriente era un sol desangrado tachonado de esquirlas rojas y negras, visos de muerte y fuego sobre las nubosidades desgarradas de una tempestad reciente. Los vientos arremolinados, como si fueran los espíritus de un río de lava, difuminaban el aire ardiente al levantar y sacudir tiznadas vorágines del polvo de ese desierto de roca desnuda, grieta traicionera y tallo espinoso, abrazado al sur por un cordón de montañas lóbregas como la tez del carbón, pero despejado de cara a los otros horizontes. 

Texto 2: 
El sol rojo teñía de sangre el Este y las nubes desgarradas de una reciente tormenta. El aire levantaba en vorágines ardientes el polvo de ese desierto rocoso y agrietado; hacia el sur se alzaba, tenebroso, un cordón de montañas. 

Cualquiera que sepa contar se dará cuenta de que se puede decir lo mismo en 3 líneas que en 6 y media. Hubo un ahorro del 50 y tanto por cierto de "energía descriptiva", y no cabe duda de que el lector, entre las dos versiones (sobre todo, cuando tuviera el libro en sus manos) se quedaría con la segunda versión, por el simple hecho de que lo importante es más lo que se dice, que cómo se lo dice

S.R.B.C.