En una vieja entrada en la cual me refería a métodos para destrabar el bloqueo creativo o (dicho desde el punto de vista positivo) favorecer la creación literaria, explicaba esto de "el juego de matrioskas", lo contenido por lo contenido, para subir y bajar a cuanto nivel pueda llegarse, sea en el plano físico, sea en uno más espiritual o abstracto.
Suelo jugar a las "matrioskas metafísicas" (así he dado en llamar a esta suerte de ejercicio) mientras preparo café antes de escribir, o cuando estoy por dormirme, ya que es mucho más fructífero que contar ovejas, al menos para mí.
Decidí compartir el resultado de mi juego de hoy puesto que me pareció interesante. Es un método que creé -desde luego, ignoro si existía anteriormente, en cuyo caso no dejaría de ser creador, de todas maneras- y que día a día me asombra por su capacidad de generar ideas y de facilitar descubrimientos.
¿Cómo es que la vista de un durazno en una frutera pudo llevar a darme cuenta de que todos vivimos en cimas de montañas?
Fácil: lo contenido por lo contenido. Mientras se calentaba el agua para preparar el café matinal vi el durazno en la frutera y me propuse el juego. De esta manera, fui pensando:
1- el durazno está en la frutera.
2- la frutera está en la cocina.
3- la cocina está en la casa.
4- la casa está en la ciudad.
5- la ciudad está en... (pude haberme ido al plano de la frontera política y pensar "en la provincia", pero tomé otra dirección) ...en una llanura.
6- la llanura está en un continente.
Y entonces me di cuenta de que para pasar a la siguiente pregunta tenía que definir qué es un continente. Lo primero que me vino a la mente fue "una gran isla". Después pensé "¿y si no hubiera agua?". Si no hubiera agua, ni océanos, los continentes se verían como lo que son: montañas. ¿Y dónde vivimos? Si no en la cima, sí bastante cerca de ella.
Si yo no estuviera ya con un libro en marcha, sin dudas hubiera revisado con ojo creativo tal conclusión para sonsacar materia prima para tema o trama. Pero está ahí: ¿qué tal un mundo futuro en el cual los océanos se han secado y el ser humano se dedica a explorar lo que antes fuera la superficie marina? ¿Cómo sería tal paisaje y qué peligros y maravillas presentaría a los ojos de la humanidad? Grandes e incontables historias tuvieron lugar en los Siete Mares como para que un buen escritor lleve a cabo una genial obra de ciencia ficción especulativa, género muy tenido en cuenta actualmente.
Y si la idea no resultó atractiva, nunca es una pérdida de tiempo rever el juego de las "matrioskas metafísicas", y sus posibles alcances.
S.R.B.C.
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