"Leemos para saber que no estamos solos". Es una frase de profundidad bien
acomodada, como unos zapatos que le irían bien a cualquier par de pies (aunque
fuera para que el dueño se quejara). Yo me los pruebo y así me calzan: en los
escritos de otros queda la huella de pensamiento más clara que un ser humano, a mi juicio, pueda plasmar. En las historias envueltas en las grandes Metáforas,
en la psicología de los personajes, en lo emotivo, lo lúdico y lo ilustrativo
(sentido de moraleja), creo que encontramos la huella de aquello que no pueden
ver los ojos que, al fin y al cabo, es lo que más nos distancia de comprobar que
la vida no es un sueño, sino un hecho en el tiempo y el espacio. En otras
palabras: pienso que cuando lees, eres el náufrago que se creía solo en la isla,
y de pronto se topa con un rastro de huellas en la arena.
S.R.B.C.
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